Los nadies

los hijos de nadie, los dueños de nada.

domingo, 20 de mayo de 2012

Guitarra negra




Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra
Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía
Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas
Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan
Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; 
mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos
Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas(...)







Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas
y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales
La noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol
y se echará en el piso como un perro
y aguardará hasta la madrugada
Hoy
dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre(...)



















(...)como un escarabajo que no piensa, mientras medita lentamente por qué duele tanto y por qué duele qué parte de quien es ella misma(...)














(...)Me hacen sufrir las alas que me puse para volar(...)



Y he sabido, guitarra, 
que este otro perro que criaste, 
ladrador, 
campesino, 
a veces manso o vigilante, 
que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe
cual casi todo perro popular, 
vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes
hasta morir también
tal vez un día
de soledad y rabia
de ternura
O de algún violento amor: de amor,sin duda.

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